A secound memory
Una segunda memoria: reinscribiendo la inscripción
©Por Abdel Hernandez San Juan
Hay artistas cuya obra en ocasiones considero interpretativamente inagotable, Lihie talmor es una de esas artistas como en un sentido similar lo son para mi Cristina jadick y surpik angelini. No se trata sin embargo de inagotable en el sentido usual de la polisemia.
De hecho habitualmente la obra de un artista puede resultarnos compleja de leer, bien porque su arte sea hermético, algunos le llamarían oscuro, es decir donde los códigos para acceder a su comprension no son sencillos de elucidar y establecer, o bien porque, lo mas usual, recurren a simbolismos intrincados.
A diferencia de ello se trata aqui no de inagotable por entropico o azaroso, por analógicidad múltiple o innacesibilidad del codigo, sino por abundante en conexiones, versatilidad y riqueza de sentidos.
Ello adquiere en Lihie articulaciones peculiares, únicas de Lihie, de su estilo. Aunque el virtuosismo técnico sobresale en su arte ella es sobre todo y en primer lugar una artista del minimalismo.
No se trata, sin embargo, de un minimalismo logarítmico o ingieneril donde las abstracciones tienden a un sentido abstracto en lo matemático, aritmético o geometrico, a diferencia de ese grado cero de un minimalismo usualmente frío y cuantitativo, el minimalismo de Lihie es cualitativo y cálido, mas filosofico donde la abstraccion pura de las formas no presupone números, sino relacionalidades ductiles nutridas en ricas conexiones de sentido.
Se trata asi en realidad de un neominimalismo afectivo donde la abstraccion de las formas sugiere conceptos inferibles no llamados al discurso de la obra en el modo de textos explicativos tampoco de racionalizaciones que surgen desde una exterioridad a las formas antes bien van en la forma misma y son legibles e inteligibles desde ellas.
En ella el concepto se lee y se elucida a traves de la lectura de como trabajan y se relacionan las formas. No son sus obras, sin embargo, ludricistas como en el cinetismo o el arte del cuerpo, unen mas bien lo formal y lo sensible, lo eidético y noético con lo poético.
Usualmente se ha creído que la forma es algo exterior a los significados algo de lo cual estos últimos disponen como de un instrumento como si la relacion fuese entre un concepto que se piensa y una forma que se le escoge para comunicarlo, y aunque el arte de Lihie no esta excento de concepto, tiende a demostrar lo contrario que la forma puede no ser algo vacío, aparencial, epidérmico sino algo lleno de sentidos desde los cuales la interpretación puede elucidar conexiones inclusivas deducibles de la forma sin exterioridad hacia ella.
Ahora bien, esto central en Lihie no adquiere forma del mismo modo en sus esculturas, instalaciones, grabados, fotograbados y técnicas mixtas y exige de nosotros adentrarnos en los modos que adopta.
Por un lado lo antes elucidado se refiere en su generalidad a sus esculturas e instalaciones, pero si nos movemos hacia sus fotograbados encontramos que el itinerario que sigue la heuristica de las formas si seguimos su viaje, es una exploración sobre la relacion entre la memoria de la forma y las formas de la memoria.
Una fotografía además de suponer como signo la mirada y el ojo del sujeto de la percepción, si esta es mas subjetiva u objetiva, si observa con distancia no participativa o por el contrario esta envuelta en aquello que las tomas fijan, es tambien, perse a tratarse mas o menos de metonimias, --fragmentos cercanos y sensoriales de detalles cuyo todo al cual pertenecen esta ausente de la imagen tangible e inferimos por indicios y evocaciones--, o bien de encuadres y tomas que explicitan mas o menos contextos congruentes, es tambien casi siempre y a la vez, una memoria que repite, es decir una retención que inscribe una imagen.
En toda fotografía, de hecho, no solo leemos cual ha sido la relacion entre el sujeto -- el ojo, la mirada-- y el objeto, lo denotado, tambien leemos el hecho de que la fotografía separa el signo del objeto y crea asi una memoria de aquel, separada de la sensorialidad y la materialidad del objeto o el mundo fotografiado, la fotografía es asi tambien ella misma inscripcion.
Del mismo modo en que el tape recorder inscribe la voz y la registra fijando su gesto, --el proceso de "el decir" con sus gestos es transformado en "lo dicho" retenido e inscrito-, la fotografia transforma en espacio --aqui y ahora bidimensionalmente visible en una materia separada-- la imagen percibida.
Pero la sola retención inscriptiva es solo una repetición memorizada que aunque archiva, guarda, conserva o preserva la imagen, no repara en ello, no hace de ello el motivo de su atencion y menos de su exploracion, es esto último en cambio lo que hace Lihie talmor, no solo repara en ello sino que en realidad lo transforma en el centro de su atencion exploratoria particularmente en sus fotograbados.
De hecho, una fotografía que una vez tomada se vuelve a procesar en una prensa de grabado y es reconsiderada desde la compleja riqueza que este último hace de el signo inscriptural -- no olvidemos que en ello precisamente consisten las técnicas del grabado--repara y acentúa no solo que el signo fotográfico obtenido no es ya aquella imagen que retuvo, aquella inscripción, sino tambien que esa inscripción es una memoria.
Lihie talmor se enfoca en esa segunda memoria de la memoria que no es ya la que la cámara simplemente preserva como repeticion plasmada, sino la nueva memoria signica que ello crea vuelta entonces motivo de una segunda investigación en las técnicas del grabado.
Sin embargo el simple reparar en ello no hace mas que redundar una tautología acentuandolo, se trata, por el contrario de, comprendiendo que ello es una memoria, hacer de la relacion entre las reinscripciones del grabado y esa memoria una exploración sobre las posibilidades de desarrollar sentidos sobre las relaciones entre inscripción, memoria y subjetividad en las fotografías obtenidas.
Y es esto lo que leyendo imagen a imagen foto a foto segun sus motivos y técnicas de grabado centra una parte significativa del trabajo fotográfico de Lihie talmor, el resultado es diverso y rico, por momentos deriva en fotograbados que evocan un tiempo pretérito que parecen referirse no ya al tiempo como duración a que se refería bergson sino a un tiempo inmemorial, unas veces retro, otras geológico alusivo a eras, otras a lo que ella misma llama olvido, pero otras a procesos muy refinados que se hayan entre subjetividad y temporalidad, finalmente no se pueden excluir obras que por su relacion a sitios y lugares y el modo como la mirada los recorta y el grabado las reinscribe resultan en arqueologizaciones tanto del sentido interpretativo de esos sitios como de la fotografía misma como genero.
Por momentos, sobre todo en los fotomontajes se hayan tambien relaciones entre sintaxis y tropos muy peculiares, finalmente algunas derivan en exploraciones sobre el gesto sobre todo aquellas donde aparece la figura humana
No se trata en lihie como en artistas mas envueltas en procesos terapéuticos con la subjetividad de búsquedas en torno a la alteridad social dada en el modo de relacionalidades con el yo del otro social o la anticipación del espectador vuelta una intersubjetividad imaginaria como ocurre en Ligia Clark o Antonieta Sosa donde los elementos en juego estan remitidos a una autonarrativa de experiencia.
Aunque ello es algo de por si implícito a todo arte y en tal sentido no ausente del todo, las dinámicas de la subjetividad que explora Lihie estan mas relacionadas a lo afectivo, la intimidad de la persona, el espacio domestico, la ciudad, lo urbano, la naturaleza y mas recientemente tambien los procesos del devenir algo nuevo propio de quienes somos emigrantes.
Esto último remite a otras artistas mujeres que han tratado la subjetividad migratoria como Cristina jadick y surpik angelini. La experiencia de Lihie sin embargo es única en tal sentido ya que mientras aca se trata de migraciones dentro de las Américas su experiencia envuelve continentes y culturas lejanas Israel donde nació y actualmente vive, Venezuela a donde emigró y desarrollo gran parte de su vida y obra y tambien usa debido a su hija Ruti talmor.
Algunas de sus fotografias por el modo de tratar los sitios y espacios pueden entenderse interpretativamente segun aquello que arqueologiza bien por el modo de indexar los espacios bien por que arqueologiza a la fotografia misma.
Permitaseme aqui una acotación sobre que hace arqueológico un sitio. No es tanto que hayan en el mismo restos cerámicos o fósiles, capaz scripturales e inscripturales de estadios culturales sino antes bien la delimitación arqueologica que trata como tal ese fragmento de territorio indexandolo con la idea de interpretación, es decir no basta que hayan capaz basta que determinemos que las mismas ameritan ser interpretadas.
Lo que hace a un sitio arqueológico es entonces el hecho de que aquello que lo delimita es a la vez una acumulación legible y una deliminación que interpretativamente lo indexa.
Hay una cierta evolución que ha seguido ese elucidarme las nuevas cosas de Lihié desde que comencé a verlas. Pensaba en un pliegue entre lenguaje, naturaleza y cultura reflexión que comienza alrededor de una pieza de su muestra en new york titulada unión- separacion específicamente una en la que están entreverados un árbol y ciertos referentes urbanos es una fotografia pero intervenida quizás un fotomontaje.
Esto regresando sobre lo que decía antes sobre lo real como un efecto de la representacion me recuerda lo que ocurre con la idea de realidad en la invención de Morel de bio Casares.
Casares situaba la perspectiva de un personaje quien luego de una inundación recorre un lugar desde sus afueras al cual no tiene acceso debido a una pared, algo asi como una casa de la cual el escucha voces y una vida transcurriendo del otro lado en un momento dado el personaje entra en un viejo zaguán un atico o lugar abandonado donde consigue un proyector de film y comienza a visualizar sobre la pared interna de la habitación estas cintas antiguas, en las mismas comienza a ver pasajes de la vida de una familia de lo cual infiere tratarse de las mismas personas o sus antepasados que del otro lado de la pared escucha pero a lo cual no tiene acceso, dos realidades paralelas van transcurriendo la una ocurre del otro lado de su realidad la otra en el film, como no se tiene acceso a la primera la segunda se va tornando en la realidad de que se dispone hasta surgir la pregunta por la relacion entre ellas, a la complicidad del personaje con el lector, el hecho de que este último como el personaje tampoco tiene acceso al otro lado, algo que decide el autor desde su omniscensia, le sigue el efecto de que lo real es producido por los efectos del film de donde único se logra saber sobre quienes se hayan del otro lado cuyas voces se escuchan, al final el film mismo concluye con la apertura de un hueco en una pared algo que el personaje efectúa en una pared de la habitación fílmica al final queda abierta la pregunta acerca de si toda la novela incluida la otra realidad cuyo acceso le era vedado no eran mas que otras escenas del film. Algo de esto llega a ocurrir con la relacion entre efectos de realidad y efectos cinematicos en algunas fotos de Lihie pero de modo sutil y en realidad no es algo dominante sino antes bien esporadico.
Lo que rige en cambio en Lihie no es ese tipo de profusión sino como he explicado en otros ensayos míos sobre ella una exploración sobre experiencias vivenciales de la realidad urbana y domestica donde por momentos la exploración sobre el espacio externo urbano deriva en búsquedas sobre memorias íntimas y a la inversa el espacio intimo o privado interior en búsquedas sobre aquel exterior y urbano.
Volviendo sobre lo aural en sus imágenes, no solo sus fotografias de lugares, espacios, arquitectura, paisajes, sino tambien de seres, introduzco la pregunta de si se trata de lo aural o de la crisálida del ser y creo es ambas cosas
"Crisálida o aura?: los pliegues de ser y subjetividad entre naturaleza, lenguaje y cultura en el arte de Lihié.
Que relacion hay entre la crisálida y el aura o se trata acaso de dos cosas distantes?, de ser asi porque en el arte de Lihié parecen unirse?
Las fotografias y dibujos de seres, mujer acostada, ante el espejo, al borde de la cama o los seres envueltos en líneas y gestos que se extienden ductiles al habitad en universos librezcos, sus fotograbados pretéritos, la mirada al paisaje desde un auto, sus túneles subterráneos entre eróticos y psicoanalíticos, o sus fotos escenicas como la mesa incrustada en el interior de un estrecho pasillo, y mas aca sus aguas fuertes como las de su muestra en New York, "separacion- unión", parecen ambas cosas crisalideas y aurales.
Lo crisálida es el efecto de una genesis, como el rocio, la humedad o el amanecer algo que es vital, es como la estela vital del ser, el hecho de que el ser "es", "deviene", "muta".
El ser tiene la crisálida como el limite mas interior y a la vez fenoménico en las formas, es su gesto, aquello que deja tras su sensación intangible y volátil -- siendo deviene deviniendo es, el ser se siente pero en mismo instante escapa a aquello que quiere asirlo, su visual es el gesto, pero el ser tambien cópula, engendra, el es genesis, en el todo comienza, siendo como el tiempo deviene como lo vivo y cópula, hace cópula con lo que no es ser, le da crisálida al lenguaje haciendo posible el sentido del expresar en el querer decir y le da crisálida al pensamiento
De ahí esa apariencia a la vez de interioridad y de gestualidad de los rostros y cuerpos, muchas de estas piezas parecen tambien retromodernistas en tanto evocan en nosotros algo del impresionismo, incluso tambien en algunos paisajes y sitios como el jeep o camion, los paisajes, los entre espacios, además de los cuerpos de mujeres.
Lo aural en cambio es inmaterial no es algo que es y deviene sino algo que pertenece al alma al espíritu, además de ese surgir de entre la luz y la sombra, entre los sepias y los grisaseos, como aquello en lo que algo es, tambien se percibe esa suerte de encanto que provee a sus imágenes como de un tipo de misterio
Ambas cosas se dan juntas es decir en sus imágenes tangibles tal cual como quedan al alcance de nuestra mirada de ahí esa abundancia que rodea sus obras y que tornan toda interpretación siempre en falta.
El alma es sublime y lo aural es pues algo asi como el crepúsculo de lo sublime pero ello es ya una metáfora en la que hemos prestado a lo aural del alma la crisálida del ser su crepúsculo temporal, vital para adjetivar lo sublime que solo pertenece al alma.
La obra de Lihié sin embargo en ocasiones ha sido tambien como decia abundante en cierto tipo de tropos peculiares y quizás a ello se deba esa sensación de lo que del ser se transfiere al alma y a la inversa, y ello solo es posible por medio de tropos.
En unión y separacion por ejemplo un árbol y lo natural, tanto como fragmentos de objetos y materias urbanas, se mantienen a la vez coextensivos y equidistantes cual separados, pero tambien plegados y desdoblados cual unidos, ello recuerda en algo las formas como el cubismo traspolaba la sintaxis tornándola al tropo, el violín descompuesto en fragmentos, la botella, el rostro y el fondo intercambiaban sus identidades.
En cierto modo se explora en sus obras una especie de inscripción de lo inasible.
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