Subtly paintings

 Subtly Paintings: Manuel Espinosa


©By Abdel Hernández San Juan


Caracas, Venezuela




 Manuel Espinosa es un experto en suelos y su studio incluye, además de su oficina, su estudio de pintura y su librería, un room exclusivamente creado para sus estantes con inventarios de pequeños frascos en los que clasifica pigmentos naturales que el mismo busca, investiga y recoge en la tierra, pigmentos arcilloso que luego clasifica como resultado de sus viajes a emplazamientos y áreas naturales. Con estos pigmentos desarrolla sus telas. No se trata en Manuel de la clasificación que haría un botánico, un geólogo o un químico quienes clasifican las arcillas y sustancias según sus propiedades en arreglo a principios descriptivos, técnicos o utilitario funcionales, pero tampoco de la clasificación que haría un artista poco ocupado en cuestiones teóricas, antes bien se trata de un tipo de clasificación científico-humanística, cuya cientificidad proviene del lugar que tienen en su búsqueda investigativa. 

 Todo lo anterior deviene en Manuel en una pintura sobria, donde la sobriedad en color, atmósfera, ambiente, gama y tonalidad está dada no tanto por la preparación de una paleta previa, sino por los colores mismos que el descubre en la naturaleza. Así, los grises de Manuel Espinosa, sus bellas pinturas agrisadas no son tanto el resultado de una exploración sobre la paleta o sobre el lienzo, como el de aquellos grises previamente encontrados, hallados, podríamos decir, en referencia al concepto de hallazgos, en la naturaleza misma. No se trata de que Manuel simplemente tome un color como le viene pre-dado en la naturaleza, o una cierta sustancia tomada de la tierra, los llanos o las montañas, como si hiciera un simple ready-made a colores encontrados, o como si su paleta toda fuera solo la parodia de la idea de paleta en favor de una enteramente traída, si bien hay en este gesto del pigmento natural  una posición ecológica, sino de que el artista trabaja con principios de armonía y sus obras son en sí propuestas armónicas. Hay en sus pinturas esta presencia del color natural en su condición de sustancia y materia texturada como una crítica, aunque sutil y elegante, hacia la industrialización y la sobresaturación química del mundo del color y sus fabricantes en las artes plásticas. 

 Manuel de hecho es un ecologista en su propia práctica del cuerpo, es un vegetariano radicalizado tanto en su estilo alimentario como en su filosofía de vida llevada a su obra plástica, el artista parte de una concepción noble de los materiales, aprovechando al máximo la energía alterna y alternativa, desde el cuerpo, hasta el habitad, sus pinturas, sus dibujos y sus ensayos en los que desarrolla sus reflexiones sobre estos y otros fenómenos, su libro Uno y Múltiple, seria aquí el ejemplo como recopilación de textos. Pintura sobria puede ser el título para este acercamiento más centrado en su obra pictórica y dibujistica que en aquella de escritura. Las telas de este pintor único en la palestra plástica venezolana pueden ser percibidas con la mesura y placidez que sugieren, tanto en colecciones clásicas en museos de bellas artes y arte contemporáneo, como en galerías de arte, oficinas y espacios de reuniones; hasta en las principales universidades de Venezuela suele uno encontrar sus pinturas en pigmento natural sobre lienzo y papel. Sus obras plásticas expresan una conjunción interesante entre clasismo pictórico, informalismo abstracto y paisajismo. Sus formas parecen emerger de lo que en las pinturas relaciona esas abstracciones a sus niveles denotados y referenciales. 

 Sus principales obras son paisajes, pero en algunas pinturas, tanto pigmentarías como dibujisticas, prevalece la idea del cuadro desarrollado en torno a una naturaleza muerta, como las flores, al modelo, jarrones, floreros. Tomando como referencia el principio cubista oscilante entre la descomposición analítica y la integración sintética de elementos, figura y fondo, sujeto y contexto, podríamos decir que un modo imaginativo de desplegar plasticidad, color y figuración alrededor de la abstracción, y las relaciones entre abstraccionismo, están dando al traste con nuevos tipos de figuraciones que se están expresando en el arte contemporáneo. 

  En los paisajes de Manuel Espinosa como buen investigador, para quien la pintura se relaciona a extensos procesos heurísticos, las nociones de inventario y recolecciones resultantes de viajes parecen lo más significativo, tanto en Venezuela, sus viajes en el transcurso entre Caracas y la zona llanera donde en el pueblito de Clarines tiene su casa de adobe tradicional, como en sus viajes a EUA y alrededor del mundo.  


Abdel Hernández San Juan, Caracas, Nov 1998

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